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La inesperada producción del antígeno de Forssman en células cancerosas abre nuevas perspectivas contra el cáncer

1 de septiembre de 2023

Investigadores del laboratorio del Dr. Yamamoto, del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, han descubierto que las mutaciones en la proteína transferasa del grupo sanguíneo humano A (hAT) en células cancerosas pueden convertirla en una sintasa Forssman. Las células cancerosas con esta alteración producen y muestran en sus membranas el extraño antígeno de Forssman, una característica que se podría atacar de forma muy eficaz mediante inmunoterapia.

La inesperada producción del antígeno de Forssman en células cancerosas abre nuevas perspectivas contra el cáncer
La inesperada producción del antígeno de Forssman en células cancerosas abre nuevas perspectivas contra el cáncer

La mayoría de nosotros conocemos nuestro grupo sanguíneo (A+, AB-, O+, etc.) y la repercusión que tiene, por ejemplo, en la compatibilidad de las transfusiones de sangre. Molecularmente, algunos grupos sanguíneos, como el ABO, hacen referencia a un patrón distinto de modificaciones añadidas a los lípidos y proteínas de la membrana de muchas de nuestras células. Estas modificaciones están formadas por una cadena de azúcares y son específicas de cada especie, de hecho, son como barreras evolutivas que evitan los cruces durante la historia natural.

El grupo de Immunohematología y glicobiología del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, dirigido por el Dr. Fumiichiro Yamamoto, lleva mucho tiempo estudiando los tipos sanguíneos y sus aberraciones en células cancerosas. Como es bien sabido, las células cancerosas acumulan muchas alteraciones genéticas y, en ocasiones, estas afectan la maquinaria del grupo sanguíneo, creando un patrón aberrante de modificaciones en la membrana de la célula que se podría aprovechar terapéuticamente.

En una reciente publicación en la revista especializada Scientific Reports (del grupo editorial Nature), el equipo, liderado por el investigador postdoctoral Dr. Emili Cid, describe cómo algunas mutaciones en la proteína responsable de la síntesis del antígeno A, la proteína hAT, pueden producir también el antígeno de Forssman, una característica que se encuentra en raras ocasiones en células humanas (pero que sí es más frecuente en otros mamíferos como perros y ratas).

La investigación demuestra que ligeras alteraciones en la región de soporte de la proteina hAT, que es una zona no estructurada utilizada como extensión para alcanzar la parte superior de las proteínas de membrana que modifica, pueden convertir esta parte de la proteína (un poco aburrida) en una sintasa Forssman funcional. Por muy llamativo que pueda parecer, las pruebas son sólidas y las células con esas alteraciones muestran sin ambigüedad la presencia del antígeno de Forssman en sus lípidos de membrana. Este hallazgo es una buena noticia para la terapia contra el cáncer, ya que la nueva oleada de fármacos inmunoespecíficos se basa precisamente en la identificación de características altamente específicas de las células cancerosas. Cuanto más específicos, menos efectos secundarios. El hecho de que el antígeno de Forssman esté ausente en la inmensa mayoría de los seres humanos lo convierte en un candidato perfecto para ello.

Las estimaciones apuntaban a que el antígeno de Forssman podría estar presente en alrededor del 20% de los tumores, especialmente en pacientes que padecen cáncer gastrointestinal, de páncreas y de próstata (de origen epitelial). Estas cifras proceden de informes antiguos y deben actualizarse con técnicas modernas pero, de confirmarse, el antígeno de Forssman podría ser en el futuro una diana de éxito para luchar contra los cánceres sólidos y hematológicos.



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