La Fundación FEDER financia, desde 2015, proyectos de investigación clínicos y básicos con el objetivo de mejorar la comprensión de las enfermedades raras y desarrollar nuevas estrategias terapéuticas. Las enfermedades raras se caracterizan por una incidencia muy baja en la población, inferior a 10 pacientes por cien mil habitantes, con lo que tradicionalmente reciben poca atención en la investigación y desarrollo clínicos.

El Lupus Eritematoso Sistémico es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a casi 6 de cada 100.000 personas. Aún se desconocen muchos aspectos clave sobre su origen, pero se caracteriza por una reacción anómala del sistema inmune frente a componentes de tejidos sanos propios, como articulaciones, corazón, pulmones y riñón, contra los que libera gran cantidad de anticuerpos (llamados autoanticuerpos, pues atacan a uno mismo). Este ataque puede producir daños en dichos tejidos fruto de su degradación directa o consecuencia de su inflamación.

Pese a ser una enfermedad compleja, se sabe que la gravedad del Lupus está directamente relacionada con la cantidad de autoanticuerpos que genera el paciente. Esto es especialmente importante en los casos de Nefritis Lúpica, una de las manifestaciones más agresivas del lupus, que afecta al riñón. En consecuencia, el proyecto del equipo dirigido por la Dra. Belver, que ha recibido el apoyo de la Fundación FEDER, va a desarrollar una estrategia para reducir dicha cantidad de autoanticuerpos y evitar, así, los casos más graves de nefritis. Para lograrlo, deberán destruir las “fábricas” de autoanticuerpos, tarea nada sencilla pues son un pequeño grupo de linfocitos B, las células productoras de anticuerpos. ¿Cómo hacerlo sin destruir la capacidad defensiva del cuerpo? La Dra. Belver está convencida de que una terapia celular inspirada en la tecnología CAR-T, que tan buenos resultados está dando en la lucha contra diversos tipos de leucemia, puede ser la solución. En pocas palabras, en el laboratorio de la Dra. Belver “reprogramarán” células inmunes del propio paciente para reconocer y eliminar a las células productoras de autoanticuerpos, de forma selectiva.

Hoy por hoy, el Lupus Eritematoso Sistémico no tiene cura y su tratamiento por defecto se basa en la supresión general del sistema inmune. Si el enfoque propuesto por la Dra. Belver da buenos resultados, algo que aún está lejos en el tiempo, podría suponer una de las primeras herramientas específicas para tratarlo sin comprometer la capacidad de los pacientes para hacer frente a otras enfermedades.