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El Instituto Josep Carreras y la Universidad de Cantabria lideran un estudio europeo pionero sobre una de las leucemias infantiles más letales

12 de febrero de 2019

Los científicos han descubierto que el genoma de esta leucemia es el más estable de cualquier cáncer pediátrico secuenciado hasta el momento. El grupo también ha detectado un biomarcador crucial para el pronóstico de este tipo de enfermedad. Se trata de un tipo muy poco frecuente de leucemia que se diagnostica especialmente en bebés y tiene un diagnóstico fatal. Este estudio ha sido posible gracias al trabajo inestimable del Dr. Nacho Varela, de la Universidad de Cantabria, cuyo equipo ha realizado todo el análisis computacional, entre otros.

La prestigiosa revista Haematologica, publicación de la European Hematology Association (EHA), abre este mes de febrero con dos publicaciones del grupo científico del Campus Clínic-UB del del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, liderado por el Dr. Pablo Menéndez, investigador ICREA, en cooperación con el equipo del Dr. Ignacio Varela de la Universidad de Cantabria. Estas plantean nuevos enfoques y herramientas de pronóstico para mejorar la supervivencia de uno de los tipos de leucemia infantil más letales.

La leucemia linfoblástica aguda de tipo B es el cáncer infantil más frecuente (supone un tercio de las neoplasias pediátricas) y, habitualmente, tiene un pronóstico de curación favorable, superior al 85%. A pesar de ello, existen subtipos de la enfermedad con expectativas completamente diferentes. Es el caso de la leucemia linfoblástica aguda pro B del lactante con translocación t (4; 11) (MLL-AF4 +), un tipo muy poco frecuente que se diagnostica especialmente en lac­tantes (menores de 1 año) y, casi siempre, tiene un diagnóstico fatal. Este tipo de leucemia, de origen embrionario, acostumbra a desarrollarse junto con una expansión de la enfermedad hacia el sistema nervioso. Por ello, los porcentajes de curación son muy reducidos.

En uno de los trabajos publicado en Haematologica, el equipo del Campus Clínic-UB del del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, en colaboración directa con los Dres. Ignacio Varela y Antonio Agraz-Doblas, investigadores de la Universidad de Cantabria que desarrollan su labor en el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC), centro mixto de investigación UC, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Sodercan, ha secuenciado el genoma de 124 niños diagnosticados con este subtipo de leucemia. Es uno de los estudios más amplios que se han realizado hasta ahora en casos de lactantes con leucemia a nivel internacional y se ha llevado a cabo con muestras de pacientes europeos, tratados con el protocolo europeo Interfan, en colaboración con el Hôpital Trousseau de Paris; el Princess Máxima Center for Pediatric Oncology de Utrecht y la Universidad Erasmus de Rotterdam, ambos en Holanda; y el Hospital Pediátrico de Monza en Italia.

Este estudio ha permitido descubrir que el genoma de este subtipo de leucemia es el más estable de cualquier cáncer pediátrico secuenciado hasta el momento. ¿Cómo un genoma tan estable en niños de pocos meses puede tener un desarrollo tan agresivo? Esta pregunta todavía queda por resolver. Aun así, el estudio sugiere que existen cambios a nivel epigenético ya adquiridos en el embarazo y su desarrollo. Asimismo, el grupo ha detectado un biomarcador muy importante para el pronóstico de este tipo de enfermedad. Los pacientes que expresan el gen AF4-MLL tienen un porcentaje significativamente mayor de supervivencia (62,4 % vs. 11,7%). Esta conclusión supone un importantísimo avance en la elección del tratamiento más intenso y efectivo para paciente.

En el otro trabajo publicado en Haematologica también este mismo mes, liderado por la Dra. Clara Bueno, también se centra en el mismo tipo de leucemia, pero focalizando el esfuerzo científico en la célula original embrionaria que ha degenerado en esta mutación. Dicho de otro modo: ¿qué factores confluyen para que aparezca la leucemia en el embrión?

La translocación cromosómica t (4; 11) se asocia con leucemia linfoblástica aguda infantil pro-B de alto riesgo y surge prenatalmente durante la hematopoyesis embrionaria (el proceso de formación, desarrollo y maduración de los elementos de la sangre del feto). Por ello, es un cáncer del desarrollo. En el embrión, la hematopoyesis surge en tres fases: primero en la aorta, durante las primeras semanas; después en el hígado, entre la semana 18 a 20 de la gestación, y a posteriori en la médula ósea; donde ya se

realizará la hematopoyesis tras el nacimiento. El equipo del Campus Clínic ha discernido que existe una cooperación funcional y molecular entre las fusiones MLL-AF4 (MA4) y AF4-MLL (A4M) durante el desarrollo hematopoyético humano. Esta diferenciación hematopoyética temprana deteriorada es resultante de la translocación cromosómica (4; 11). En un segundo plano, el grupo de la Dra. Clara Bueno se dirigirá al estudio epigenético de qué sucede, qué está cambiando en la expresión de los genes de estos embriones sin modificar el ADN.

El grupo del Dr. Pablo Menéndez, investigador ICREA, es uno de los pocos de todo el mundo dedicado a este tipo de leucemia. Sus trabajos, así como los del Dr. Ignacio Varela, han merecido ayudas europeas del European Research Council (ERC) con cofinanciación del MINECO.

Referencia de los artículos de Haematologica:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30679323

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30679325



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